Los trabajos de publicidad exterior representan un medio soberanamente poderoso, lucrativo y beneficioso, con el más bajo precio viable por millar de exteriores situados. Relacionado como un medio fuerte y discontinuo a la vez, perfecto para operaciones con dilatada cubierta o para envolver mercados fraccionados territorialmente a gran sucesión. Un medio capacitado de conseguir al interesado más veces, inclusive mientras este se introduce al punto de venta. Sintetizamos entonces que los trabajos en publicidad exterior, es un medio encaminado al público en tendencia, prácticamente en vías de transporte terrestre, y siempre fuera de lugar de casa.
Están emparejados por los citados anuncios exagerados o carteleras, los informes denominativos (aquellos que igualan a un ejercicio en su portada o sobre el propiedad que invada el inmueble), por la radiodifusión consolidada en medios de transporte colectivos, por los informes situados en el cual los pasajeros aguardan para abordar y por aquellos que son situados en el interior de los ejes comerciales. Es por ello que los trabajos en publicidad exterior, son un medio consumado y absolutamente visual como costosamente creativo. No obstante, ante la impregnación progresiva de los medios electrónicos e impresos y el desarrollo de las reuniones urbanas, los interesados conservan algo en común: se trasladan comenzando en su vivienda para educarse, trabajar y recrearse.
Al mismo tiempo con los progresos en la tecnología de informática gráfica y los ignorados procedimientos de impresión, los informes espectaculares (exteriores) se han transformado en una elección indispensable. En cuanto al ABC de los trabajos en publicidad exterior, expresamos que para estimular el máximo impacto. Los trabajos en publicidad exterior, deben combatir con la perspectiva de la ciudad, por lo que se compromete incrementar su desplazamiento de sorpresa, de embudo, de excelencia, de citar nuestra atención para no pasar inadvertida. Buscar la brevedad y caducidad. Aproximarse al punto de venta, para estar en el instante de la obtención, de ahí su formidable predominio en las ventas. Para finalizar nombraremos a continuación una serie de los trabajos en publicidad exterior: Carteles espontáneos: todo un riesgo. Nos advierten paredes y fachadas. Convendrían que estuvieran reglamentados municipalmente con áreas apropiados. Determinados comercios brindan corchos en donde situar esta divulgación de pequeña dimensión. Otro ejemplo son los letreros brillantes: han hecho historia, en la actualidad da cara a preservación de fachadas y situar una cierta disposición se hallan limitados. Los trabajos de publicidad exterior y el arte, nos proporciona la posibilidad de exponer, un lengua sumamente sensorial y explicito sobre todas las cosas.