Para comenzar a introducirnos en el tema que hoy nos concierne: estudios de marketing sobre la tercera edad, podemos comenzar por decir, que se ha logrado demostrar en las diferentes investigaciones efectuadas, una cantidad considerable de individuos mayores de edad tenderán a conservarse más constante que un individuo joven, procurado que esta última es más propenso a abandonarse y dejarse llevar por las modas (versátiles, por definición), los mensajes interesantes, la influencia del grupo benéfico, etcétera. Los estudios de marketing sobre la tercera edad, revelan que el mayor, actualmente, es un consumidor reservado y que pondera más las objetos. Aprecia muy esencialmente que sus distribuidores cuenten con un buen mecanismo de comercializaciones (cara a cara, etc.) y soporte que posea los discernimientos y la entereza precisos para responder a las muchas interrogaciones que nos concebirán los consumidores más mayores, que no son unos clientes compulsivos como consiguen ser, a veces, la juventud.
En cuanto a los estudios de marketing sobre la tercera edad, expresamos que existe una mejoría acrecentada en esta cuestión: como las individuos mayores cuentan habitualmente de más tiempo, y persisten más en casa, la relación telefónica y el contacto puerta a puerta constantemente será más factible y si la compañía cuenta con un grupo de profesionales de alto rango, se lograrán mejores efectos. Es significativo incrementar las vías de notificación fijadas para mayores. Claro es que, por otra parte, las maniobras de marketing y radiodifusión más o menos de desarrollo no conseguiremos regirlas, por el momento, a esta sección: recados por Internet, SMSs, y relacionados, puesto que no son medios que habitualmente manipulen, o lo hacen de manera secundario y con desconfianza. Los estudios de marketing sobre la tercera edad, favorablemente, parece ser que, poco a poco, los cronistas están entendiendo el mensaje. No es lo más frecuente, pero recomenzamos a ver informes en que los intérpretes son individuos mayores, y no sólo relatados a propósitos de retribuciones y seguros de vida. Por ejemplo, un gloriosa marca de productos de belleza escogió hace tiempo por administrar sus beneficios a las individuos que objetivamente las solicitaban (señoras de 50 y más años) por razón de una modelo de avanzada edad. Esta estrategia, fue excelente, ya que le otorgó un toque de mayor credibilidad a las personas a las que va encaminado. En conclusión, los estudios de marketing sobre la tercera edad, es un tipo de marketing que se encuentra en clara frecuencia con el marketing de los servicios.
